Lo que sabemos de principios de este siglo es lo que nos han dicho de palabra antiguos danzantes que ahora tienen 83 años. A ellos les enseñaron las Danzas en 1940, después de la Guerra Civil, gente que ya era muy mayor, de unos 70 años. Quiere decir que estos últimos fueron danzantes alrededor de 1890.
Entre otras cosas nos han contado lo siguiente:
Había cuatro comisarios que eran los encargados de las fiestas y de las Danzas; iban a la iglesia como tales y se sentaban con el cura en el momento de la ofrenda en las misas de las fiestas patronales. Estos cuatro comisarios pagaban a los danzantes lo que fuera. Es posible que de esta manera se gestionaran las Danzas desde 1651 que es cuando se pierden los testimonios escritos.
A lo largo de la procesión el público elegía las Danzas. La persona interesada levantaba la voz y ofrecía un dinero para la Virgen y otro para los danzantes diciendo el nombre de la danza que quería que se bailase. Al final de la procesión, después de bailar El Arco para que pase la Virgen debajo de él, los danzantes entraban en la iglesia detrás de la Imagen sin deshacer la danza, o sea, desde fuera de la iglesia hasta el altar iban subidos de pie uno encima de otro en dos parejas lo cual requería un gran entrenamiento y resistencia física.
Todas las danzas eran bailadas por hombres, incluidas, La Cruz y El Arco. Fue a partir del año 1947 cuando empezaron a bailar las mujeres La Abuela, La Cruz y El Arco.
Ensayaban a lo largo del verano para las fiestas de Nuestra Señora el 8 de septiembre. Era la excusa para pasar un rato en la calle con los demás y un motivo por el que los padres dejaba salir siempre a sus hijos, aun cuando las tareas en el campo exigían madrugar al día siguiente. Los ensayos se hacían sin dulzaina, tarareando la música, pues los dulzaineros cobraban y solo iban cuando se actuaba.
Siempre se ha actuado en las procesiones y además en los siguientes sitios:
La primera vez que se salió para actuar fuera del pueblo fue a Vellosillo, con ocasión de la restauración de la iglesia que hasta entonces había sido ermita; actuaron también los grupos de Perorrubio, Arcones y Matabuena.
De 1950 a 1959 participa en concursos provinciales ganando varios premios como números uno.
1960. Tercera demostración sindical de Barcelona. Estuvieron allí tres días a gastos pagados y danzaron en el Nou Camp. La mayoría era primera vez que salía de la provincia. Este mismo año se actúa dos veces en Segovia.
1962. Fiestas del Pilar de Zaragoza donde estuvieron también tres días actuando varias veces.
1965. Feria de Burgos, Coca (Segovia) y en TVE en el programa de provincias de Antoñita Moreno.
1966. Feria de Burgos y en la Granja de San Ildefonso.
1970. Se actúa en el Pabellón de Segovia de la Feria del Campo en Madrid, y por ser la ultima actuación de aquella época, reproducimos integro el artículo de la Revista “Ayer y Hoy de Radio Segovia”, en su numero 41 de julio de 1970:
El domingo día 19 de abril de 1970, y después de la sant misa en la iglesia parroquial, tuvo lugar en el Pabellón de Segovia de la Feria del Campo, gentilmente cedido por Arturo Acosta, Presidente de la Cámara Oficial Sindical Agraria, un Concurso de Danzas típicas, en el que tomaron parte los Grupos de Danzas de Carbonero el Mayor, Torreiglesias, Segovia, con sus Grupos A y B, Castroserna de Abajo, Cuellar y San Pedro de Gaíllos, concurso patrocinado por la Jefatura Provincial del Movimiento de Segovia, obteniendo el primer premio el Grupo B de Segovia, el segundo, Carbonero el Mayor y el tercero, San Pedro de Gaíllos. A continuación, se celebró también un concurso de Dulzainam compitiendo los dulzaineros, Pedro Matey, Mariano Contreras, Serafín Vaquerizo y Mariano San Romualdo adjudicándose el primer premio Mariano San Romualdo y el segundo, Pedro Matey (San Pedro de Gaíllos). Este concurso fue patrocinado por el Mesonero Mayor de Castilla.
A partir de aquí, como consecuencia de la emigración de los habitantes de los pueblos hacia otras poblaciones más grandes, se dejó de danzar por falta de jóvenes. Por otra parte, parecía valorarse más la vida en la capital, más cómoda y llevadera que la esforzada y poco rentable vida del labrador en los pueblos. Se cerraban casas enteras y en otras casas se quedaban los padres, y los hijos al volver del Servicio Militar se iban a Madrid, Barcelona, etc.
A partir de 1980 los jóvenes ya se empiezan a quedar en los pueblos, pues empezaba a escasear el trabajo en las capitales y la mecanización de la agricultura hizo más llevadera y rentable la vida en el campo. En este mismo año, los jóvenes, aun pocos, pedimos al Ayuntamiento un local para un Centro Sociocultural. Se nos fue concedido el local de una de las escuelas, convirtiéndose en el centro de reunión de toda la juventud. En una de estas reuniones comentamos que podríamos aprender a danzar. Reclamamos la enseñanza al Grupo que dejo de bailar en 1970, y en un año y medio estábamos preparados para actuar, y lo hicimos en la procesión de las fiestas patronales de San Pedro Apóstol en 1982, ante la alegría y júbilo de todo el pueblo.
1982. Aprendimos a danzar siete paloteos: El Submarino, Los tres Puntos, La Trucha, La salve, La Abuela, Repicoteado El Peral, Repicoteado Villa de Tudela y en cuanto a bailes La Cruz, El Arco, La Entradilla y La Jotilla. No eran todas las danzas que bailaba el Grupo anterior, pero estábamos muy contentos por haber aprendido en año y medio once piezas del repertorio. Hay que tener en cuenta que enseñar a una o dos personas que no saben palotear dentro de un grupo en el que los demás si saben, es relativamente fácil, pero aprender ocho personas a la vez es muy difícil. Había que cuidar también minuciosamente los pasos de las danzas de las chicas (La Abuela, La Cruz, La Jotilla y El Arco), pues son movimientos específicos para cada una de las danzas y diferentes de los pasos de las jotas tradicionales.
De 1982 a 1989 se actúa en Sepúlveda, Turégano, Orejana, Valdesimonte, Navafría, Pedraza, Segovia, Fuentepelayo, Torre Val de San Pedro y Cantalejo. En 1984, aprendimos a palotear El Credo, que debido a su dificultad no le habíamos hecho antes. El 23 de junio de 1984 fue mi primera actuación en público tocando la dulzaina con el Tío Pedro. El tambor lo tocó otro. Fue en la boda de Mª Jesús (Hija de Lope) y Antonio en la catedral en Segovia.
En 1990 se actúa en Rebollo, Collado Hermoso y Fuentepelayo. El grupo ya tenía cierta personalidad, calidad y arraigo y nos sentimos con fuerza de organizar, con la ayuda del Ayuntamiento, aprovechando las fiestas de San Pedro, el homenaje al “Tío Pedro Tambores” que contaba ya con 82 años de edad y había sido el único dulzainero del grupo hasta 1988. Fue un acto muy emotivo, pues era una persona muy querida por todo el pueblo y actuaron en su honor los Grupos de Danzas de El Arenal, Fuentepelayo y San Pedro de Gaíllos. Actuaron también, en los pasacalles y en la misa varios dulzaineros muy afanados. El Tío Pedro Tambores murió el 15 de Julio de 1991 a los 83 años de edad. El Grupo de Danzas le llevo una corona en el funeral.